'Es estudiante de Comunicación y Periodismo en la UNAM.
Cuenta con facilidad para la locución, maneja una buena ortografía, es hábil con las redes sociales (especialmente Instagram y Tiktok) y tiene gusto por la fotografía artística y documental.
Guionista, productora,
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CIMARRÓN 000
Silvestre como siempre


Paisajes con sabor a libertad; Van Gogh: En la puerta de la eternidad

Por: Viridiana Rivera Cruz
01/08/2020
RESEÑA CRÍTICA
La historia sobre el pintor holandés Vincent Van Gogh ha trascendido a través los años; y es que la mayoría conoce las condiciones de su vida, así como su desenlace fatídico. Van Gogh no pudo vivir lo suficiente para ver el reconocimiento que se le tiene hasta la fecha a sus obras, y el arte que expresó a través de ellas.
Una historia como la de Van Gogh no pudo pasar desapercibida en el cine; y si bien muchos actores han interpretado al famoso pintor. En Van Gogh: En la puerta de la eternidad (2018). Wiilem Dafoe logra una actuación magistral, puesto que deja atrás el mito que rodea al pintor y encarna a la persona de carne y hueso; un ser vulnerable e incomprendido por la sociedad con una visión adelantada a su época.
La visión del director Julian Schnabel, en conjunto con los escenarios que se van observando a lo largo de la película; sobre todo por los paisajes que rodean a Van Gogh y toda esa gama de colores, destacando el amarillo su color preferido. Un reflejo claro de la influencia de las pinturas de Van Gogh y que el director en todo momento trató de mostrar.
Dafoe realmente te transporta a muchas sensaciones alrededor del personaje, vemos el vínculo que tuvo con el pintor Gauguin (Oscar Isaac), el acercamiento que tienen a través del arte, pero también el humano, que tarde o temprano se ve mermado por el temperamento inestable de Vincent. Incluso Vincent le regala su oreja a Gauguin para que lo recuerde; imaginando lo importante que fue para Van Gogh en su momento.
El lado humano y vulnerable de Van Gogh es muy bien interpretado por Dafoe; las escenas escasas con su hermano Theo (Rupert Friend) a lo largo de la película, son muy conmovedoras, pues el lado de perdición y soledad que experimentó Van Gogh se hacen presentes. Esta parte de es muy importante, ya que Theo moriría meses después; y su esposa sería la encargada de organizar la primera exposición dedicada a Van Gogh. Sin el apoyo de Johanna Van Gogh Bonger, lo más probable es que el legado de los hermanos Van Gogh no hubiese trascendido. Y la historia no le hubiese distinguido en ser uno de los más pintores más reconocidos no sólo por sus pinturas; sino por su perspectiva de la vida. Y que si bien su desenlace fue triste, los años le han hecho justicia al darle la importancia que merece.



