'Es estudiante de Comunicación y Periodismo en la UNAM.
Cuenta con facilidad para la locución, maneja una buena ortografía, es hábil con las redes sociales (especialmente Instagram y Tiktok) y tiene gusto por la fotografía artística y documental.
Guionista, productora,
voz administradora web de Radiograma.
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CIMARRÓN 000
Silvestre como siempre


Hidalgo, bombón te quiero en mi colchón...

COLUMNA: APUNTES DE UN RENCOROSO
Por: Anastasio Petronilo
12/09/2020
Y en efecto, porque además de aparecer en los billetes de mayor denominación del país, es decir los de mil pesos, los cuales están próximos a ser modificados por la imagen de personajes de la Revolución como Madero, su nombre aparece en una estación del metro, una alcaldía de la CDMX, un estado de la república y en varias camas de Guanajuato, según algunos historiadores. Él fue un cura, políglota, dramaturgo, lector ávido, defensor de las libertades y de los desposeídos; un hombre culto y un 'hombre de fe'. Pero también un alegre mujeriego, jugador, dicharachero, permisivo y revolucionario por circunstancias y quizá no por convicción. Hablamos del llamado Padre de la cama y de la patria Don Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla Gallaga Mondarte Villaseñor, hombre audaz, lúcido, inteligente y caliente que con sus vicios y virtudes se convirtió en uno de los máximos símbolos de México. Y sí, definitivamente me gusta más esta versión complementada que ofrecen tanto el escritor y ensayista Eugenio Aguirre como Isabel Revuelta y Carlos Silva en sus obras; Hidalgo y Cara o cruz respectivamente. En ellas nos ofrecen una visión más verdadera de lo que fue el ser humano y no solo el hombre que usó el estandarte de la virgen como símbolo de libertad y precisamente es eso lo que hace más grande a un hombre. Porque a pesar de sus debilidades formó parte indispensable y vital en lo que fue el movimiento independentista y también de la gente que se vio de alguna u otra manera beneficiada como algunos indios de su entorno a los cuales ayudaba económica y didácticamente estableciendo lugares de aprendizaje de oficios como la alfarería o apicultura. Eugenio Aguirre en su libro Hidalgo lo describe con los adjetivos ya mencionados Blasfemo, jugador, mujeriego y parrandero, pero también culto e ilustrado, músico, dramaturgo y hasta torero- esto no con fines de desprestigiarle más bien el de generar aún más admiración y fascinación por un personaje que como cualquier otra persona tuvo sus pros y contras, algo que nos acerca más a la verdadera figura del movimiento insurgente. Además señala en su libro que mucho de su pensamiento ilustrado tenía que ver precisamente con toda la literatura que le llegaba de Francia, textos contrastantes de lo que la teología, y que mucho tuvo que ver su descontento por la situación económica de la corona española- en aquel momento a cargo del virrey José de Iturrigaray- que despojaba con impuestos absurdos mucha de la riqueza de criollos, y qué decir de indígenas a los que se les negaba incluso actividades económicas como el cultivo de la vid, motivo suficiente para su incursión en el movimiento de insurrección. En fin, lo que ahora conoceríamos como el SAT y otros factores como la invasión de Napoleón a España, la independencia de los Estados Unidos sumado a la revolución francesa y su movimiento ilustrado fueron la gota que derramó el vaso e hizo que se uniera o como señala Aguirre lo buscaran para adherirse a la conspiración: "Hidalgo nunca buscó la conspiración, nunca buscó la lucha insurgente, sino que fue la conspiración quien lo buscó y fueron por él, porque era un personaje querido por todos los estratos sociales. Pensaron que podría traer a la causa a los hombres ricos, poderosos de la Nueva España que podían dar dinero y ejércitos que habían formado en sus haciendas", señaló el autor de Hidalgo en una entrevista. Por otra parte al cura Miguel Hidalgo se le olvidó la parte de que el hombre se debe a una sola mujer (según la biblia y las costumbres sociales) pero que al no tener la compañía idónea, por su posición social, le dio rienda suelta al instinto y anduvo echando pasión por aquí y por allá dejando bendiciones que ni en la mismísima iglesia ofrecía. Una fiera nuestro Miguel Hidalgo. Así lo señala Isabel Revuelta, y aunque no existe documentación acerca de sus dos primeros hijos según la autora fueron producto de la relación con Manuela Ramos Pichardo, ambos llevaban por nombre Agustina y Mariano Lino de los cuales Hidalgo nunca dejó sin su apoyo económico y emocional hasta su partida de la ciudad que hoy conocemos como Morelia. Ahí no quedó la cosa y producto de la relación con Josefa Quintana Castañón nacieron su tercer y cuarto hijo que llevaron por nombre Micaela y María Josefa, en Guanajuato. Por último su quinto hijo llamado Joaquín Hidalgo y Costilla fue producto de la relación con Bibiana Lucero en la misma ciudad de Guanajuato. Literalmente tenía sus "capillitas" en la ciudad de las momias. Según Isabel Revuelta esto no era algo fuera de lo común con los clérigos de aquella época. En conclusión podemos destacar la importancia de ser figuras para poder mantener a las bendiciones que vayamos dejando en el camino y tengamos con queso las quesadillas, amén.


