'Es estudiante de Comunicación y Periodismo en la UNAM.
Cuenta con facilidad para la locución, maneja una buena ortografía, es hábil con las redes sociales (especialmente Instagram y Tiktok) y tiene gusto por la fotografía artística y documental.
Guionista, productora,
voz administradora web de Radiograma.
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CIMARRÓN 000
Silvestre como siempre


Feminismo; ¿Violencia o no violencia?

APUNTES DE UN RENCOROSO
POR: ANASTASIO PETRONILO
El mundo está plagado de algo que podríamos llamar injusticia(s). Miles de niños que nacen, y los que nacerán en el mediano plazo, en el país de Burundi están prácticamente condenados a padecer una serie de inclemencias el resto de su vida por el grado de pobreza extrema de aquel país. Un niño o niña recién nacida en algún lugar de Rolling Hills, EUA, nacerá posiblemente con una enfermedad hereditaria como por ejemplo el síndrome de Huntington o esclerosis lateral amiotrófica.
En algún lugar del mundo muchos niños y niñas están naciendo, el color de piel los diferencia sin que ello represente problema alguno, solo hasta que entre en contacto con la sociedad.
Y que decir de aquellas mujeres que nacen en un país como Afganistán o Myanmar, condenadas a la sujeción de una serie de reglas estrictas que deberán acatar por el resto de sus vidas. Ellas están lejos de tener la misma libertad que poseen los hombres, sociedades marcadamente patriarcales.
Y en un tenor menos condicionante y con más derechos y “libertades”, países cómo Brasil, Bolivia, Chile o México ser mujer significa: disparidad de ingresos, limitaciones a espacios de poder o inseguridad llamada ahora feminicidios. Entonces ¿Qué hacer para lograr la igualdad deseada? ¿Cómo hacerlo? ¿Por cuales medios valernos para lograrlo? ¿Violencia? ¿No violencia? ¿Y la justicia para los más desvalidos?

La violencia a lo largo de la historia ha servido, además de generar más violencia, para derrocar regímenes totalitarios, para la conquista de territorios, enriquecimiento de naciones, como estrategia política, para la independización de prácticamente todos los países colonizados e incluso para la depuración de la faz de la tierra de pueblos llenos de maldad y pecado. Es decir, Dios y su consentimiento y alianza en la violencia y muerte de miles de personas en guerras declaradas en su nombre. La violencia entonces como instrumento válido en determinadas circunstancias. Es pregunta.
Para el filósofo Jean Paul Sartre y el revolucionario y también filósofo Frantz Fanon la violencia se justifica cuando la libertad y el orgullo de ser individuo está siendo lacerado, sofocado y subyugado.
La mística de la violencia en contextos donde la palabra, las acciones simbólicas, el diálogo, la RAZÓN o la educación no han servido de mucho o en nada en detrimento del sometimiento injurioso, el fusil se convierte en sinónimo de libertad y de humanidad. Según Sartre.

No ha cambiado mucho en los tiempos actuales. El poder (económico, político, jurídico, etc.), en teoría, se constituye como el ente ataviado desde arriba con el sombrero de la razón hasta el calzado de la verdad. Su educación ha sido, en teoría, más vasta que la del pueblo. Sin embargo en muchas ocasiones no se ve reflejado así. Por su parte, y en aquellos tiempos, los europeos ataviados de raso negro y bordeada de armiño y gruesos alamares de oro y ébano sobre sus cabezas bajo la bandera de la razón, colonizaron y tomaron por suyos muchas voluntades carentes de calzado y llenos de ignorancia.
Judith Butler, filósofa y feminista activa con aportes interesantes e importantes respecto a la teoría feminista, queer y estudios acerca de género ha puesto de manifiesto, en su mas reciente libro, la necesidad de pensar al movimiento feminista bajo la tutela de la no violencia. La filósofa ha trabajado el tema del movimiento feminista desde el punto de vista netamente igualitario, sin distinción de género pese a que la lucha es específicamente femenina.
Por ejemplo en un encuentro virtual organizado por la universidad de Chile, señaló el impacto y la trascendencia que tuvo el performance feminista muy emblemático denominado “un violador en tu camino”, dijo que dicho acto simbólico se basa en la idea del rol protagónico que tiene el feminismo en la sociedad y además la idea de pensar los espacios públicos como un lugar de violencia.

Agregó que el feminismo se ha configurado bajo la tutela de la violencia en sus distintas formas. De hecho en su libro llamado “La fuerza de la no violencia” de 2020 aborda la semántica de la palabra ‘violencia’, no solamente como acto constitutivo de agresión física, sino también verbal o estructural de los sistemas económicos y legales.
La filósofa y feminista rechaza todo acto transfóbico dentro del feminismo, pues argumenta que el feminismo debe considerarse un movimiento integral, es decir, la enorme tarea que parece ser se le ha encomendado al feminismo, pensándose como un gran diferenciador de las corrientes de manifestación preexistente y usuales, resulta interesante, difícil y creativa. O al menos así lo deduzco después de Judith Butler.
Porque su movimiento no representa a una minoría, al contrario representan la mitad de un país como México y en el mundo existen estudios que señalan que hay más mujeres que hombres. Entonces la posibilidad de arropar y hacer suyas causas como la igualdad radical, la libertad de género o las desigualdades sociales resultaría quizás un paso enorme rumbo al país o sociedad que tanto deseamos.
Finalmente no descarta del todo la posibilidad de la agresividad (casi equivalente de violencia), la cual se usa como un mero mecanismo de instrumentación (retomando a Hannah Arendt y la banalidad del mal). Recalca la idea de una ética de la no violencia misma que puede resultar igual de agresiva que la violencia misma.