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EL LOCO DE TURÍN: FEDERICO NIETZSCHE

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Por: Anastasio Petronilo

17/10/2020

¿Quién es, porque Nietzsche?

 

Nietzsche, es el equivalente a fetiche oscuro. Los albores de su sendero son un hocico empedrado de colmillos, mismos que desembocan en el ocaso del crepúsculo, justo en el sol del mediodía.

 

Este camino es un lugar lleno de dolor y soledad, se caracteriza por ser peligroso, al grado de que la pérdida de la razón es una posibilidad bastante viable. Es mucho lo que se pierde allí, si, pero también bastante lo que se gana. Hay una riqueza en el mundo de lo dionisiaco que no se había, en su tiempo, explorado. Los factores 'razón' y 'moral' reinaban el campo cognitivo de la sociedad de su tiempo.

 

No cualquiera se atreve a recorrer el abismo, solo aquellos que su voluntad de poder se los demanda. El hombre es una cuerda tendida entre la bestia y el superhombre, y en medio está un abismo, decía Nietzsche.

 

No creo que sea solo yo el que pueda identificar ciertos conceptos judeocristianos en algunas de sus afirmaciones filosóficas, como es el caso de esta.

Según la biblia solo existen dos caminos que llevan a Dios, el camino amplió y el estrecho. El camino por el cual hay más holgura es conducente al abismo, al infierno, y por el cual la mayoría de la personas transita. Por el contrario el sendero más limitado es también el más acertado de recorrer, pues su ocaso es el crepúsculo de lo divino, el paraíso. Es por el cual una gran minoría transita, por lo demandante en rectitud y voluntad de querer ser.

 

Resulta interesante la manera de replantearse está máxima de la fe judeocristiana en la filosofía de Nietzsche. Exactamente todo es muy parecido, mas no igual.

 

¿Por cual camino crees que estás transitando? ¿Y te has preguntado si realmente lo has decidido tú?

 

Este es un pedacito de Nietzsche, el que me encuentro en Zaratustra. Este es el hombre que se halla en su literatura.

 

Fuerza, si, nobleza, no.

Aristócratas, si, vulgo, no.

Guerreros, si, cristianismo, no.

Casta privilegiada, si, pobres, no.

Devenir, si monotonía nunca, jamás. Que mueran. No representan los valores del hombre de alemán más puro, diría.

 

Friedrich Nietzsche era un hombre orgulloso, solitario, paradójico, intenso; de palabras violentas, vigorosas, sublimes, dislocadas, de hermosura malsana, 'irracionales' y, a oídos pusilánimes, perversas.

 

Este era el filósofo que buscó amputar el complejo de la civilización moderna: su ciencia, su pensamiento, su artes y en última instancia su moral.

Y no se queda ahí, ataca también su propia moralidad, fustiga al hombre, y es correcto decir hombre pues la mujer es considerada en segundo o tercer plano, por aceptar una doctrina cristiana la cual según Nietzsche es para gente débil, es la "moral de los esclavos".

 

Su denuncia es un torrente de invectivas contra las ideas modernas acerca de lo que es justo y lo que no lo es, ataca a las doctrinas triviales y cómodas burguesas de su entonces que, según él, mantenían en un estado de imposibilidad a toda Europa.

 

 Si, Nietzsche era un poeta.

 

Un poeta loco, un loco que terminó sus últimos años en un cono de sombra del cual nunca logró salir, y del cual sin embargo justo antes de ingresar le fue otorgado el contrapeso necesario a su pensamiento y a su corazón, cuando al ver a un caballo exhausto desplomarse por los latigazos del cochero se acercó al equino, rodeo su cuello con sus brazos y lloró junto a el, pidiendo perdón.

Según Milan Kundera este arrebato fue en defensa del caballo, y en nombre de la humanidad pidió perdón por el maltrato salvaje al que son sometidos este y otros seres vivos.

 

Se podrán decir muchas cosas negativas acerca del pensador alemán, y sin embargo eso no le ha quitado el valor que tiene en el pensamiento moderno y sus contribuciones en campos como el psicoanálisis.

 

Lo más valioso que rescató de su pensamiento es la palabra LIBERTAD.

No hipocresía, libertad. No falsa modestia, autenticidad. Lo apolíneo, sí,  pero también lo dionisiaco.

 

¿Por qué?

 

Porque lo irracional converge con lo racional, el bien y el mal son indisociables;  el caos y el orden, el bien y el mal, lo bello y lo antiestético… 

 

Esto cambió gracias él, y otros pensadores y escritores, y surgieron corrientes artísticas y de pensamiento que en sus raíces se encuentra algo del pensamiento del querido loco de Turín, un desquiciado que cambió, desde su trinchera y con sus limitantes, la historia de la sociedad moderna para bien y para mal.

 

Feliz cumpleaños Federico Nietzsche, naciste un 15 de octubre 1844, tu sueño irracional de enloquecer te fue otorgado.

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