Editorial

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El año comenzó y los encierros parciales continúan. Los casos de la enfermedad de pacotilla siguen aumentando, esperando la luz al final del túnel. Esa luz que aún no llega y promete salvarnos. Los encuentros se vuelven cada vez más distantes, pero con la idea que serán inmortales. Me imagino a Chuck Nolan (Tom Hanks) en la película Náufrago, cuando vuelve después de cuatro años, sale de la isla donde queda varado y ve el mundo con ojos nuevos. Un mundo que continuó su rumbo sin él. La vida siguió y fue cruel. Acostumbrémonos. En muchas ocasiones perderemos: personas, trabajo, fiestas, amistades, cordura, momentos, experiencias, sueños, tranquilidad. A pesar de todo eso, la vida a veces nos recompensa y nos sonríe. Nos devuelve lo perdido. ¿Cómo saberlo?. Sigamos perdiendo, por qué perder no es una derrota, es un aprendizaje que nos muestra un poco de humildad y nos baja al sentido mismo de la vida humana, es bella; ya que cada hecho es irrepetible y mágico. Por eso mismo la derrota y triunfo es una idea del mundo occidentalizado que tiene un tinte de película, el cual debemos despegarlo del cráneo encefálico de la memoria. Toda la lógica de las películas comerciales nos dicen que perder es malo, pero sin embargo no tanto. Los claroscuros nos envuelven y hacen que la fotografía de la memoria, al paso de los años, tomen una gama de tonalidades más rica, más contrastante que hacen que esa foto tenga más autenticidad. Como dice el maestro Fito Paez en su canción, Al lado del Camino, “Nadie nos prometió un jardín de rosas”.

 Es por ello que debemos hacer algo de arte en nuestras vidas, ¿para que? para transformarnos, para mutar. Para progresar. 

  Es por ello que la lectura sea constante, es por ello que la poesía y el amor siga proliferando, es por ello que la naturaleza nos mira y nos miramos.

 Nosotros nos sinceramos ante ustedes lectores, sin moral en turno y sin miedo al prejuicio. Quién no lo acepte puede ir a gritar y decirnos. Se vale. Nosotros seguiremos perdiendo. En el sentido positivo de la palabra y descontextualizándonos de la idea del mainstream. 

 Es por esta razón que traemos textos sobre Willian Burroughs (escritor), James Joyce (escritor), Manuel Álvarez Bravo (fotógrafo), Nezahualcóyotl (poeta), Rubén Darío (poeta), El Santo Enmascarado de Plata(luchador), Valentín Elizalde (cantante) y Charles Dickens (novelista). Unos aniversarios luctuosos y otros natalicios. 

 Estamos aquí, varados en medio de la madrugada para ustedes, y seguimos escupiendo, como dice  la canción de Flema: “Brindo una vez más por mis amigos, los que sólo están en mi corazón, no te safes, ven acá conmigo, por que ya se fueron y no volverán; el recuerdo siempre está, aunque no lo quiera, aunque no lo crea; En mi mente siempre estás, aunque no lo quiera, aunque no lo crea, vi un lugar vacío en una mesa, un lugar que nunca se podrá llenar, el alcohol invade mi cabeza”

 Nos despedimos con el corazón en la mano… saboreen la madrugada a su antojo, recuerden que la belleza les escurra entre los labios.