Editorial 

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Un chorro de tequila al suelo para todos aquellos que te llevaste este año. Fuiste como un mazo que martilló a la humanidad. Pero estamos de pie, con los puños desnudos y listos para cualquier batalla. No olvidemos que somos hijos de dioses, de cultura ancestral, somos hijos del sol. Tenemos un cúmulo de historia dentro de nosotros. Una cultura enorme y una genética privilegiada. Te decimos adiós 2020. Tuvimos que cambiar paradigmas y estigmas. Formas de pensar y actuar. La trasmutación en lo individual y colectivo es necesaria para poder salir lo mejor parado de este año.

 Es la última semana del año y con ello nuestra última edición de estos 365 días. Cimarrón 000 agradece a todos ustedes queridos lectores, por darnos la oportunidad de mostrar nuestra labor y oficio de nuestras queridas plumas. Esas mismas que nos han dado tanta felicidad. Esperemos a ustedes también. 

 Fue un año complejo para la humanidad, muchos tuvimos ataques de ansiedad o insomnio, otros más perdieron su trabajo, otros, los menos, se vieron beneficiados. Llegó la vacuna a México y vemos una nueva esperanza de regresar a nuestra antigua cotidianidad. Pero regresaremos, eso esperamos, de una nueva manera, con más cultura de la prevención, al menos eso sería lo ideal. 

 El regreso debería ser con ideas peligrosas, esas que nos hagan salirnos de nosotros para pensar en lo colectivo, en la colaboración, en la unidad, en la concordia. Eso que nos hace tanta falta como humanidad. Pues que así sea y como dice el Subcomandante Marcos: “Salud y que en la tormenta de la noche los cuerpos sean la barca”. Una barca de nuevos encuentros. Feliz año a todos ustedes. Cimarrón les agradece. Adiós 2020.